Algunas manchas, por el tipo de mancha en sí o la tela sobre la que están, pueden resultar verdaderamente difíciles. Si has limpiado tu sofá, pero siguen quedando rastros de alguna marca, no desesperes, solo necesitas un poco más de paciencia.
Para las manchas más difíciles, como las de tinta, grasa o vino tinto, podemos recurrir a algunos trucos caseros para eliminarlas. Por ejemplo, para las manchas de tinta, podemos aplicar un poco de alcohol isopropílico sobre la mancha, previamente a aplicar el limpiador y frotar suavemente con un trapo de microfibra. Para las manchas de grasa, podemos utilizar bicarbonato de sodio y vinagre blanco para absorber la grasa antes de aplicar el limpiador multiusos.
En cualquier caso, es importante actuar rápidamente ante las manchas difíciles para evitar que se fijen en la tela del sofá, por lo que si hay manchas de algún producto como los que mencionamos, límpialas cuanto antes. Recuerda siempre probar los productos en una zona oculta antes de aplicarlos directamente sobre la mancha.